San Juan 14:12

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.


San Marcos 16:17-18

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;

tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.


Cada uno de nosotros puede abrir las páginas de la Biblia y ver que Dios hace milagros: Moisés abrió el Mar Rojo, Elías llamó el hambre, Jesús caminó sobre las aguas, y los discípulos sanaron enfermos.

En la Biblia se registran miles de eventos milagrosos. Si Dios da testimonio con señales y maravillas, entonces ¿dónde están Sus milagros hoy? ¿Puede Él sanar del cáncer como lo hizo de la lepra en la Biblia? ¿Y el SIDA o la malaria? ¿Podrá Él aún hacer un milagro? ¡Sí, Dios todavía hace milagros y estas señales siguen a los que creen!

Pues, miren, amigos, piensen en el Rey George de Inglaterra, cuando fue sanado de esclerosis múltiple, cuando oramos por él. Piensen en Florence Nightingale (su abuela fundó la Cruz Roja), pesaba 27 kilos, postrada muriendo de cáncer en el duodeno del estómago, tendida ahí moribunda. Una pequeña paloma voló a un arbusto y el Espíritu de Dios vino y dijo: “ASÍ DICE EL SEÑOR, ella vivirá”. Y ella hoy pesa 70 kilos, está en perfecto estado de salud.

Piensen en el Congresista Upshaw, en sillas de ruedas y en cama, año tras año, por sesenta y seis años. Y en tan sólo un momento se puso de pie, corrió por el edificio, tocó sus dedos de los pies; quedó perfectamente normal y sano.

Sólo piensen en las miles y miles de personas que han sido sanadas. ¿Para qué estamos aquí hasta que muramos? Hagamos algo al respecto.

Tenga fe si Ud. está enfermo o necesitado. La Biblia dice que Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos, así que, si Él pudo obrar un milagro hace dos mil años, entonces puede hacer lo mismo hoy. Él nos prometió que ya estábamos sanos, si sólo creíamos.

Congresista Upshaw

William D. Upshaw sirvió por ocho años en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos y lanzó su candidatura a la presidencia en 1932. Un accidente de granja lo paralizó de niño, y pasó 66 años en muletas o en una silla de ruedas. En 1951 fue sanado por completo y caminó perfectamente el resto de su vida.

 
Florencia Nightingale

Florence Nightingale, un familiar distante de la famosa enfermera, sufría cáncer del estómago. Ella envió esta fotografía como una última súplica pidiendo la oración antes que el cáncer finalmente acabara con su vida. Como se puede ver, ella estaba al borde de la muerte antes que el Señor Jesús la sanara en 1950. La foto del lado fue tomada después de su sanidad y enviada como testimonio de que Dios aún sana a los enfermos.


Tris Griffin

Tris Griffin visitó la oficina del médico a principios de 2013 por un dolor de espalda que ella temía fuera la reaparición de su batalla contra el cáncer. Una resonancia magnética (IRM) mostró una "disección aórtica" en su corazón, que llevó a los médicos a practicar más exámenes y luego a una intervención quirúrgica de emergencia al día siguiente. La línea a través del corazón en la imagen obviamente es una fisura que significa una muerte rápida y casi segura en caso de ruptura.

Al día siguiente, después que los creyentes oraran por ella, los médicos tomaron otra tomografía computarizada para identificar con precisión la ubicación de la fisura antes de la cirugía. Esta vez las imágenes mostraron un corazón completamente sano. Confundido, el cirujano le dijo a la Sra. Griffin: “Yo no sé qué decirle. Ud. tenía una disección aórtica, pero ahora toda la evidencia ha desaparecido”. Él le mostró a ella las imágenes tomadas antes de que hicieran la oración, y las que siguieron. “Ud. se puede ir, y de hecho, tampoco hay ninguna señal del cáncer. Ud. está perfectamente bien".

 

(izquierda) El indicador del médico apunta a la aorta, que es el área circular oscura en el centro de la imagen. La línea diagonal que atraviesa es el aneurisma, o la “disección” de la aorta, que requiere de cirugía inmediata y es mortal si se rompe. (arriba) La segunda tomografía al día siguiente. La disección desapareció completamente y no reapareció.

Referencias

Salmos 103:2-3

Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios:

Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;

Isaías 53:5

Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

San Marcos 16:17

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;

San Lucas 17:6

Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.

San Juan 14:12

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

1 Tesalonicenses 1:5

pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.

Hebreos 2:3-4

¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,

testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

Hebreos 13:8

Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Santiago 5:15

Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.

1 Pedro 2:24

quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.